Un reconocimiento a Ángel María Acevedo de la Pastoral Juvenil dominicana.
Por Gheidy de la Cruz
Me enorgullece cada año la celebración del Día Nacional de la Juventud en mi adorada Quisqueya, toda vez que fui parte de esa iniciativa en la Pastoral Juvenil, allá por los años 90’ en la calle Padre Billini en la Casa de la Juventud.
Fuimos un grupo de jóvenes, encabezados por mi gran amigo Angel María Acevedo, y mi admirado padre Luis Rosario.
Fue una época hermosa, de grandes luchas, de reuniones interminables, de visitas al Congreso Nacional en procura que los legisladores apoyaran la iniciativa, que como fieles devotos de San Juan Bosco, deseábamos de manera ferviente, que se declarara justamente ese día para la juventud.
Éramos pocos, entiendo que no llegamos a 15, pero el grupo fue creciendo y se unieron figuras de la televisión y algunos políticos. Realmente valía la pena. Angel María nos mantenía a todos al pie del cañón para no desvanecer, sin importar que todos éramos peatones, y teníamos que movilizarnos en transporte público de un lugar a otros, pero la fe nos llamaba.
Quizás ahora, con más madurez, puedo valorar aun más el esfuerzo sano, sin protagonismo de cada uno de los jóvenes involucrados en ese comité de trabajo.
Extraño aquellos años, desde mi participación en el Oratorio Don Bosco en Jarabacoa hasta mi integración en la Casa de la Juventud en la Zona Colonial.
Confío en que ese deseo de aportar a nuestra juventud no desvanezca, se mantenga firme. Angel María nos ha enseñado ese Don de servicio, y todavía se mantiene con sus ideas junto al padre Luis Rosario y el mismo Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez que siempre apoyó la iniciativa como cabeza de la Iglesia católica en la Republica Dominicana.
Cuando estuve dirigiendo las páginas juveniles del periódico Hoy, junto a mi gran amigo Fernando Quiroz, era para mí un honor representar a la juventud de mi país, siendo una voz ante los medios de comunicación, la vía perfecta que sirvió de plataforma para muchos estudiantes de comunicación de la diferentes universidades.
“Don Cuchito” como le decíamos cariñosamente a nuestro director del periódico HOY, Don Mario Alvares Dugan, siempre nos ofreció todas las facilidades para que las páginas, de uno de los principales diarios de la República Dominicana, sirviera para difundir el pensamiento de los jóvenes del país y su contacto con los principales líderes de la política, el deporte, empresariado, artistas, entre otros.
Al celebrarse este 31 de enero el Día Nacional de la Juventud no debemos olvidar su origen, fundamentado en la lucha del Santo de los jóvenes, Don Bosco, inspiración de muchos en nuestro país y en gran parte del mundo.
Su amor por los jóvenes logró, y sigue dejando frutos, pues a través de los salesianos encontramos esa chispa, pero el llamado a través de la práctica del deportes ha sido fundamental para atraer a los oratorios Don Bosco decenas de jóvenes, alejándolos de los vicios y de malas compañías, de las que hay muchas en nuestros barrios.
El 31 de Enero de cada año se celebra en nuestro país el Día Nacional de la Juventud, según se establece en la Ley 10-93, fecha que coincide con la celebración del día de San Juan Bosco, llamado “Padre y Maestro de la Juventud', un Santo que se dedicó por completo al trabajo con los jóvenes de las calles y delincuentes de la Italia del Siglo XIX.
Mis felicitaciones desde Puerto Rico a Angel María Acevedo, y decirte que me enorgullece enormemente contar con tu amistad, y lamento no poder asistir a los actos conmemorativos a los que estas invitando, entre ellos la eucaristía que presidirá el Cardenal López Rodríguez.
Admiro tu entereza, y que a pesar de los años, aunque muchos de los jóvenes que te acompañamos tomamos caminos distintos, tú te has mantenido firme, ofreciendo una mano amiga a jóvenes de nuestro país.
Tu legado está ahí, y que bueno que te lo puedo decir nuevamente. Mi admiración y mi respeto hermano Angel María. Tú eres ejemplo de nuestra generación y de las que vendrán.
Que viva nuestra juventud!